Este blog está dedicado al coche del que me enamoré nada más verlo. Construido por Alfredo Vignale y diseñado por Virginio Vairo, es un completo desconocido para la mayoría de aficionados a los clásicos. EL blog pretende darlo a conocer como uno de los coupés más atractivos, elegantes y exclusivos de los años 60-70.
martes, 15 de noviembre de 2016
domingo, 6 de febrero de 2011
"El cuatro plazas más bello del mundo". Destinado a ser un clásico desde el momento en que abandonó la mesa de dibujo.
Cuando sueñas, ¿qué clásico conduces?. Un coche clásico no sólo es un modo estéticamente atractivo de transporte. Cada paseo en uno de ellos es un viaje especial en el pasado, que da testimonio de la sensación única de la edad a la que pertenece.
Entre los carroceros más importantes sobrevivieron sólo algunos italianos y especialistas británicos como Bentley, Rolls o jaguar. Para hacer viable el diseño y fabricación de pequeñas series, era necesario que los fabricantes estuvieran dispuestos a cooperar. Fiat lo había entendido así desde hacía tiempo, por lo que le interesaba tener siempre disponibles artistas capaces de realizar estudios y prototipos sobre la base de distintos fiat.
Alfredo Vignale fue uno de ellos, y sobre la base del Fiat 125 (1967-1972) construyó el “Samantha” (1967-1971). Los coches con nombres de mujeres fueron muy frecuentes y vivieron su mejor momento durante los años 60, sin embargo, poco se sabe sobre este modelo, y precisamente esta escasez de datos e información forman parte del encanto y misterio que rodean al “Fiat 125 coupé Samantha Vignale”.
Al parecer, pudo ser un hombre de la casa, concretamente Virginio Vairo, quien se encargara de su diseño, como también lo hizo un año más tarde del Maseraty Indy (1968-1974) con el que Samantha guarda ciertos rasgos y semejanzas. A Vairo, también se le atribuye el diseño del concept-car Matra 530 de 1968 en el que también podemos apreciar los tres círculos laterales que caracterizan la parte trasera del Samantha.
Otra posibilidad es que fuese el más conocido Giovanni Michelotti el que se encargara de su diseño, ya que a nadie escapa la estrecha colaboración que existió entre él y el constructor-diseñador Alfredo Vignale.
Fue presentado en el Salón de Turín de 1967 y si bien no produjo una excesiva admiración por parte del público, entró en producción. Se trataba de un coupé de cuatro plazas con un maletero de buen tamaño, y un afinado frontal con la toma de aire bajo el parachoques al estilo del Maserati Mistral (Pietro Frua, 1963-1970). La estética fastback de este coche era muy suave y elegante, gracias a la inclinación de las luces de apertura eléctrica claramente inspirados en el lamborghini Miura (Bertone, 1966-1971) y que posteriormente copiaría Porsche para su 928. Los pasos de ruedas finamente descritos le daban un aire claramente deportivo y los pequeños círculos colocados en tamaño decreciente que, a modo de tomas de aire decoraban los laterales, contribuían a dinamizar su estilizada figura. Se podría decir que su diseño es atemporal como la belleza en sí misma y un ejemplo absolutamente maravilloso de los vehículos de producción limitada construidos durante esta época.
El dueño de este coche puede presumir de poseer un modelo cautivador y exclusivo, puesto que según todos las referencias, únicamente se fabricaron entorno a cien unidades. Hay que tener en cuenta, que la distribución no se realizó por Fiat. En Francia se distribuyó por GAM (General Automobile Monagasque). La distribución en Inglaterra fue confiada al grupo F. Dimitriou, (Frixos Dimitriou) que no vaciló en proclamar al Samantha como "El cuatro plazas más bello del mundo”. De ese número, cuarenta y ocho se realizaron con el volante a la derecha tras el acuerdo entre Alfredo Vignale y el griego-chipriota Frixos Dimitriou para poder ser exportados a Reino Unido.
Otras modificaciones sobre la base del Fiat 125 fueron llevadas a cabo por Moretti (125 GS 1,6), Zagato (125Z), Savio (125 Coupe, 125 SW), Pininfarina (125 Ejecutivo).
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